El comisionado de la NFL, Roger Goodell, anunció el miércoles que la liga tomará decisiones fundamentadas en la ciencia para determinar si es más beneficioso el uso de césped natural o artificial en los estadios, con el objetivo de reducir el número de lesiones entre los jugadores.
"Tomar decisiones no será porque vea una lesión que no nos guste. Queremos que nuestros expertos nos informen, queremos seguir a la ciencia y decidir desde ese punto de vista para disminuir las lesiones", afirmó Goodell en una conferencia de prensa.
La declaración de Goodell surge después de un incidente ocurrido el lunes pasado en el juego de la semana uno de la temporada 2023 entre los Jets y los Bills. El destacado mariscal de campo, Aaron Rodgers, sufrió una grave lesión en el talón de Aquiles cuando su tobillo quedó atrapado en el césped artificial del MetLife Stadium, hogar de los Jets, lo que lo dejará fuera de la temporada.
Esta situación llevó al director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA), Lloyd Howell, a pedir que se utilice exclusivamente césped natural en todos los estadios de la liga. Howell argumentó que el cambio a césped natural de alta calidad es necesario para evitar lesiones innecesarias y que la inversión requerida vale la pena.
Sin embargo, Goodell señaló que existen opiniones encontradas entre los jugadores sobre este tema. Algunos jugadores prefieren el césped artificial debido a su rapidez, lo que plantea un dilema para la liga.
El ala cerrada de los Jets, Tyler Conklin, quien es compañero de Rodgers, expresó su preferencia por el césped natural, argumentando que es más amigable con las articulaciones y podría haber evitado la lesión de Rodgers.
El entrenador de los Jets, Robert Saleh, también respaldó la preferencia de sus jugadores por el césped natural y destacó la importancia de cuidar la inversión en la salud de los atletas jóvenes.
La NFL se encuentra ahora en medio de un debate sobre el tipo de superficie de juego que debería prevalecer en sus estadios, mientras busca encontrar el equilibrio entre la velocidad del juego y la seguridad de los jugadores en cada campo de juego.