Tensión en la frontera: Silencio haitiano frente al ultimátum dominicano

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La disputa en torno al canal en el río Masacre ha llevado a un agudo deterioro en las relaciones bilaterales entre la República Dominicana y Haití. La situación se torna aún más crítica debido al notorio cierre de filas por parte del gobierno haitiano.

Desde que el gobierno dominicano lanzó su ultimátum, lo más sorprendente ha sido el silencio que reina al otro lado de la frontera, desde la prensa haitiana hasta los niveles gubernamentales. Esto no parece ser coincidencia, sino más bien un pacto de silencio que suscita preocupación y atención.

El exprimer ministro Claude Joseph fue la excepción al romper ese silencio, enviando una declaración que dejó al gobierno dominicano en una posición incómoda y contrarrestó su campaña contra la construcción del canal en el Masacre.

Con la hora cero acercándose y las sanciones prometidas por el gobierno dominicano pendientes de implementación, es crucial respaldar al presidente Luis Abinader sin titubeos, sin anteponer intereses políticos o económicos. Cualquier debilidad ahora se consideraría traición a los intereses de la República Dominicana.

Los haitianos, lejos de ser ingenuos, tienen un objetivo claro. La construcción del canal en el Masacre es un proyecto que representa los intereses generales de Haití, no de un grupo en particular. Están dispuestos a llevarlo a cabo a pesar de la discordia política en la República Dominicana y la influencia de los intereses económicos en el gobierno. Su confianza radica en la creencia de que del lado dominicano, la unidad se romperá y su canal se concretará, ya sea por consenso o por imposición.

En este momento crucial, es hora de pasar de las palabras a la acción. La defensa de la seguridad nacional implica sacrificios y compromisos, y es esencial respaldar al presidente Abinader en esta coyuntura. Las decisiones que se tomen en los próximos días serán cruciales para el futuro de ambas naciones y su relación fronteriza.