Más de 500 productores dominicanos enfrentan una amenaza inminente que podría llevar a la quiebra de sus negocios y afectar a más de 30 mil tareas de tierra cultivable en la región fronteriza de Dajabón, República Dominicana. La causa de esta preocupación radica en los planes del Gobierno haitiano de construir un canal en territorio haitiano para desviar el río Masacre, que marca la frontera natural entre ambos países. Las tierras en peligro se encuentran actualmente dedicadas al cultivo de arroz, plátanos, guineos y pastizales, y se ubican en las comunidades de Sánchez, Los Cocos y La Vigía.
La controversia gira en torno a varios tratados históricos que prohíben explícitamente la realización de obras que alteren el curso de los ríos fronterizos entre Haití y la República Dominicana. El Tratado de paz, amistad perpetua y arbitraje de 1929 es uno de los principales acuerdos que establece esta restricción. Además, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936 reafirman esta prohibición, buscando garantizar la preservación de los recursos naturales compartidos entre ambas naciones.
La construcción del canal en territorio haitiano ha generado una creciente tensión diplomática entre República Dominicana y Haití, ya que el proyecto podría tener un impacto devastador en la economía agrícola de la región dominicana afectada. Los agricultores temen la pérdida de sus medios de subsistencia y han expresado su oposición a la construcción del canal, organizando protestas y pidiendo la intervención del Gobierno dominicano.
En este contexto, las autoridades dominicanas están evaluando posibles medidas legales y diplomáticas para abordar esta situación y proteger los intereses de sus ciudadanos y productores agrícolas. La comunidad internacional también sigue de cerca este conflicto fronterizo, instando a ambas naciones a encontrar una solución pacífica y respetuosa con los tratados vigentes.
La incertidumbre sobre el futuro de la región fronteriza de Dajabón persiste, y los afectados continúan luchando por preservar sus tierras y medios de vida mientras esperan una resolución a esta crisis que amenaza con desencadenar una catástrofe económica en la zona.